lunes, 19 de septiembre de 2016

ARISTÓTELES: POÉTICA 18


Tal y como lo conservamos, este capítulo de la Poética es un batiburrillo sobre la tragedia. No por ello deja de decir cosas interesantes. Por ejemplo, Aristóteles afirma que ciertas materias son propias de ciertos géneros y no de otros, de la tragedia o la épica. Aunque esto, ¿es realmente cierto a la luz de la evolución histórica de las formas literarias?

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Es propio de toda tragedia que haya por una parte nudo y por otra desenlace: los sucesos de fuera y algunos de los de dentro son muchas veces el nudo; el resto es el desenlace. Llamo ‘nudo’ a lo que va desde el principio hasta esa parte que es el extremo a partir del cual se produce el cambio hacia la fortuna o el infortunio; ‘desenlace’, en cambio, lo que va desde el principio del cambio hasta el final. Como en el Linceo de Teodectes: nudo son los acontecimientos anteriores, el rapto del niño y, de nuevo, la acusación contra ellos; desenlace es lo que va desde la acusación de la muerte hasta el final.

Las especies de tragedia son cuatro [es que también se dijo que sus partes son el mismo número]: la una, compleja, que en su conjunto es peripecia y reconocimiento; otra es patética, como los Ayantes y los Ixíones; otra es de caracteres, como las Ftiótides y el Peleo; [1456a] el cuarto tipo es la simple, como las Fórcides y el Prometeo y cuantas acontecen en el Hades.

Así pues, se debe intentar sobre todo tenerlas todas; y si no, las más importantes y en mayor número, y en especial por cómo acusan ahora arteramente a los poetas. Es que, habiendo habido buenos poetas en cada parte, reclaman que sea uno solo el que sobrepase el punto fuerte de cada uno. Es justo decir también que una tragedia es otra y la misma por ninguna otra causa que la historia; y esto se refiere a aquellas cuyo enredo y desenlace es el mismo. Pero muchos, después de urdirlas bien, las resuelven mal; sin embargo ambas cosas se deben hallar de acuerdo.

Es necesario recordar lo que se ha dicho muchas veces y no convertir una composición épica en tragedia (llamo ‘épico’ a lo que consta de muchas historias), por ejemplo si uno compusiera la historia de la Ilíada en su conjunto. Es que allí las partes adquieren, por la extensión {de la obra}, la magnitud que les corresponde; en cambio, en los dramas, se salen con mucho de lo preconcebido. Señal de ello es que cuantos compusieron una Destrucción de Troya completa y no por partes igual que Eurípides; o una Níobe y no como Esquilo, o fracasan u obtienen mal resultado en el certamen, pues aun Agatón fracasó por esto solo.

Pero en las peripecias y los hechos simples tienden a lo que quieren de manera admirable, pues esto es trágico y deleita al público. Sucede esto siempre que el que es sabio pero malvado es engañado, como Sísifo, y el hombre de coraje pero injusto es vencido. Esto también es verosímil tal y como dice Agatón, pues es verosímil que sucedan muchas cosas aun al margen de lo verosímil.

También se debe asumir que el coro es uno de los actores y que es una parte del todo y participa juntamente de la acción, no como {lo hace} para Eurípides sino como para Sófocles. Pero para los demás las partes cantadas en absoluto son más propias de la historia que de otra tragedia; por ello cantan cantos intercalares, siendo Agatón quien inició tal uso. Con todo, ¿qué diferencia hay entre cantar cantos intercalares o si se adaptara un parlamento de una obra a otra o un episodio completo?



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