sábado, 31 de agosto de 2013

LA TRAGEDIA HISTÓRICA DE GRECIA


Aristóteles dice en la Poética (13, 1453 a 18-22) que los argumentos de las tragedias están extraídos de las historias de unas pocas familias:
Hoy en día, las tragedias más hermosas tratan de unas pocas familias, por ejemplo de Alcmeón, Edipo, Orestes, Meleagro, Tiestes, Télefo y todos aquellos a quienes les aconteció hacer o padecer cosas terribles. 
Que lo dicho por Aristóteles es cierto se comprueba con facilidad al repasar los temas tratados por las tragedias griegas.

Saga Tebana:
  • Esquilo (Siete contra Tebas).
  • Sófocles (Edipo Rey, Edipo en Colono, Antígona).
  • Eurípides (Bacantes, Fenicias, Suplicantes).
Saga Troyana: 
  • Esquilo (Agamenón, Coéforas, Euménides).
  • Sófocles (Ayante, Filoctetes, Electra).
  • Eurípides (Ifigenia en Áulide, Troyanas, Hécuba, Helena, Electra, Orestes, Ifigenia en Táuride, Andrómaca, Reso [¿?], Cíclope [drama satírico]). 
Otras sagas: 
  • Esquilo (Suplicantes, Prometeo).
  • Sófocles (Traquinias).
  • Eurípides (Ión, Medea, Alcestis, Heracles, Hipólito, Heraclidas). 
Con todo, se ha de indicar que la Poética 
  • también reconocía la posibilidad de una tragedia con argumento ficticio, como las obras a las que estamos acostumbrados en la actualidad: según Aristóteles, Agatón compuso una tragedia de este tipo; 
  • igualmente sabía de la existencia de tragedias con argumento tomado de la historia. 
Este es el caso de
  • Frínico (a caballo entre los siglos VI y V), autor de dos tragedias históricas, La toma de Mileto y Las Fenicias
  • Esquilo: los Persas
Esta obra del año 472 a. C. trata, como las Fenicias de Frínico, el tema aún actual de la derrota persa en Salamina (480). Yo entiendo que los Persas es una obra paradójica y espero que al final se entienda por qué lo digo.

Los Persas reciben su nombre del coro de ancianos de dicha nación que, al principio de la obra, hablan, en una intervención cargada de premoniciones, de la expedición de Jerjes contra la Hélade.

La reina madre, Atosa, aparece a continuación en escena refiriendo sus propios temores. De la premonición se pasa a la revelación cuando hace su aparición el mensajero que relata, en una larga intervención, los infortunios del ejército persa antes y después de la batalla de Salamina.

El anterior rey de Persia, Darío, es evocado como un gobernante cabal, en contraste con su hijo Jerjes; en el episodio en que se produce la invocación de su fantasma los acontecimientos actuales reciben una explicación trascendente y se propone la mesura como pauta futura de vida.

Por último, el coro une en el éxodo sus lamentos a los del rey, quien regresa a Susa derrotado y humillado.
En esta tragedia, como en todas las de Esquilo, el coro ocupa una parte muy importante de la obra. 
Se ha de notar ante todo una cosa que vamos a considerar desde la perspectiva de la Poética. Aristóteles afirmaba que toda tragedia persigue producir la purificación de determinadas pasiones a través de la compasión y el miedo (Poética 1449 b 27 s.).

Si Aristóteles acertaba al decir esto, hay que decir también que Esquilo se lo puso a sí mismo muy difícil en el año 472.

Téngase en cuenta que los Persas no buscaron ese efecto trágico a través de una historia tradicional y legendaria: lo buscaron a través de los padecimientos de los enemigos que habían sido derrotados ocho años atrás por los mismos atenienses que componían el público. Es decir, Esquilo se planteó el reto de lograr que sus espectadores y sus jueces no viesen en su victoria sobre los persas un motivo de alegría, o al menos no solo eso.
Para lograrlo tenía que hacer que la derrota persa, convertida en tragedia, adquiriera un sentido universal: ya no se contemplaban las desgracias de los enemigos, se contemplaban las desgracias de otros seres humanos: solo así podían los atenienses experimentar el éleos, la compasión hacia aquellos que habían vencido los mismos atenienses.
De hecho Esquilo consiguió convertir la derrota de Jerjes en paradigma de una verdad característica de la “cultura de la culpabilidad” en la que se mueve aún Esquilo:
El hombre que pierde el sentido de los límites humanos comete un acto de soberbia (hýbris) que atrae sobre él la envidia divina (phthónos) y el extravío (áte); una vez iniciado este camino, el dios colabora en su destrucción. 
La idea recurre con distintos matices en el texto; pero su formulación más plástica se encuentra en la metáfora de la mies y la cosecha que Esquilo pone en labios del fantasma de Darío en los versos 820-822:
No se debe tener pensamientos altaneros cuando se es mortal: pues la soberbia florece y da como fruto la espiga del extravío: de ella se siega una cosecha lastimera. 
Sabemos que Esquilo salió victorioso de esta empresa paradójica porque el jurado del concurso le concedió el primer premio en el certamen trágico.

Durante el siglo V a. C., el período de auge de la tragedia, no se volvieron a componer tragedias de argumento histórico. Lo curioso es que este tipo de argumentos no clásicos se recuperaron en el S. IV: Aristóteles debía de estar pensando en estas tragedias postclásicas cuando hablaba de la posibilidad de hacer dramas con argumentos tomados de la historia.


PS. Como curiosidad, y por tratarse de un material poco conocido, presento a continuación los datos más seguros sobre tragedias con argumento histórico de época postclásica: 

I. Tragedias de argumento histórico del S. IV a. C.: 
  1. Teodectes de Faselis, Mausolo (TrGF I, 72 F 3 b); tradición indirecta; sobre Mausolo de Caria; post 353 a. C. 
  2. Anónimo, Persas (¿?; TrGF II, adesp. F 8 f); representación vascular; argumento y fecha inciertos. 
II. Tragedias de argumento histórico de época helenística: 
  1. Licofrón, Casandreida (TrGF I, 100 F 1 h); tradición indirecta; sobre la fundación de Casandrea; post 316 (¿primer tercio del S. III a. C.?). 
  2. Mosquión, Temístocles (TrGF I, 97 F 1); tradición indirecta; sobre el estadista ateniense; fecha incierta (S. III a. C.). 
  3. Mosquión, Fereos (TrGF I, 97 F 3); tradición indirecta; sobre la muerte violenta de Alejandro, tirano de Feras; post 358 (S. III a. C.). 
  4. Anónimo, Giges (TrGF II, adesp. F 664); texto sobre papiro; sobre el episodio de Giges y Candaules (cf. Hdt. I 8-12); fecha incierta (¿S. III a. C.?).
PS2. Una entrada futura deberá discutir si los griegos cultivaron, en obras como los Persas, una forma de drama histórico.



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