Hace unas semanas, al publicar el post que titulé Diez de diez, prometí elaborar una entrada similar para el caso de la literatura griega, tema propio de este blog.
Como en la entrada anterior, mi pretensión en ésta es proponer una lista que recoja las obras que yo considero como básicas (representativas, esenciales...) de la literatura griega de la Antigüedad. Quería haberme limitado (por pura economía) al límite de diez referencias pero me he excedido, de ahí el título de la entrada.
hèn kaì déka no es la forma normal de decir en griego "once" (héndeka) y equivale, de hecho, a "diez más uno". Claro, el resultado es el mismo; pero la expresión indica que uno de los elementos está desplazado, en posición incierta.
Uno, ¿o dos?
Uno, ¿o dos?
Antes de seguir con las explicaciones puede ser más agradecido que veamos directamente cuáles son los títulos que propongo:
Homero, Ilíada
Homero, Odisea
Safo, Poesía
Píndaro, Olímpicas
Sófocles, Edipo Rey
Eurípides, Medea
Aristófanes, Las aves
Menandro, El díscolo
Teócrito, Idilios
Plutarco, Alejandro. César
Longo, Dafnis y Cloe
Paso ahora a las apostillas, que intentaré sean breves. Espero que en los comentarios haya ocasión de discutir más cuestiones:
- Me imagino que habrá cierto acuerdo a la hora de entender que el intruso del listado es El díscolo de Menandro. ¿Por qué este autor y por qué esta obra? Incluyo a Menandro porque, a diferencia de lo que ocurre con Aristófanes, de él procede toda la comedia occidental, pasando por Plauto hasta llegar a la comedia cinematográfica del S. XXI. ¿Y por qué El díscolo, que seguro que no era su mejor obra? Por una razón evidente: es la única comedia de Menandro que conservamos íntegra.
- La cuestión de la "obra íntegra" nos invita a fijar la atención en la poesía de Safo, que también se singulariza dentro del listado como única obra fragmentaria. Aunque mi intención era incluir solo textos que hubieran llegado completos hasta nosotros, pienso que estaba justificado hacer una excepción en el caso de quien aparece aquí como representante de la poesía lírica griega.
- En el canon de novelas que propuse en Diez de diez, algún lector descubría ciertas redundancias. Y, de forma semejante, puede que alguien juzgue que también es reiterativo acoger en esta lista las dos epopeyas homéricas. Ruego que se me permita una excusatio non petita. La Ilíada es una epopeya trágica cuyos acontecimientos escapan al control de sus personajes; la Odisea, en cambio, inaugura el final feliz en la literatura de Occidente. El lector interesado podrá encontrar algo más sobre ello en este libro.
- Quiero explicar (y termino) una incongruencia. En Diez de diez escogí la obra de Heliodoro como una de las diez novelas básicas de la historia. ¿Que por qué no la incluyo ahora y pongo en su lugar el Dafnis y Cloe? Porque me parece que también era bueno darle una oportunidad a Longo.
Sólo recomiendo, de verdad, que nadie se lo lea pensando que es un libro para señoritas.