C. Julio César (101 – 44 a. C., 15 de marzo: muere en “los idus de marzo”) fue el hombre fuerte de Roma desde el 60 a. C. hasta su muerte.
Su mismo nombre se convirtió en título de los gobernantes romanos posteriores, o de los asociados al gobierno como “segundos de a bordo” y herederos. Y de Caesar proceden títulos imperiales como ‘Kaiser’ o ‘zar’.Su caso como historiador es comparable al de Jenofonte por cuanto él también narró en tercera persona parte de los acontecimientos de los que había sido protagonista. Así actuó en sus Commentarii: siete libros sobre la guerra de las Galias, más tres sobre la Guerra Civil.
De hecho, se suele indicar que este procedimiento narrativo (narrar acontecimientos protagonizados por uno mismo en tercera persona) debió de tomarlo César directamente de Jenofonte.
La obra de César contaba con antecedentes en la tradición: los hypomnémata (“memorias”) o los commentarii, distintos de la historia por su carácter puramente denotativo. Cf. lo que comenta al respecto la Cambridge History of Classical Literature (II 315):
Los políticos romanos convirtieron el comentario en un informe objetivo de sus hazañas que se publicaría para su propia justificación y para beneficio de sus descendientes.En el Bellum Gallicum, César relata los acontecimientos de los años 58 a 52; la obra culmina con la derrota de Vercingetórix en ese año.
El Bellum Gallicum se publicó al año siguiente con una intención evidentemente propagandística: mostrar la dignitas de César y así facilitarle el camino al consulado del año 49.
Los siete libros de la obra, que ya estaba publicada en el 51 no debieron de ser escritos antes del 52. En esa fecha César debió de proceder a la redacción definitiva a partir de sus notas y de borradores previos.
- Cada uno de los siete libros trata de las acciones de un solo año (esto recuerda, evidentemente, el formato de los Anales).
- La estructura es, por tanto, muy sencilla, e igualmente es sencillo el estilo con que están escritos los Commentarii.
De hecho, la obra produce una impresión general de sencillez, asepsia y objetividad. Aunque, obviamente, César pudo maquillar en algún caso la realidad, o bien debió en otros casos simplemente construirla por falta de informaciones ciertas.
Con todo, y aun tratándose de una obra con intención propagandística que narra sucesos tan próximos en el tiempo, la elaboración del Bellum Gallicum no es descarada.Importa destacar que
- “los Commentarii [Bellum Gallicum] no son un documento de autoconocimiento y nos dicen poco de la vida personal de César” (Cambridge History of Classical Literature II 318);
- “los atractivos del hombre [de César], incluso su generosidad proverbial, no aparecen” (Bayet, p. 178).
Los libros de la Guerra Civil tratan los acontecimientos de los años 49 y 48 a. C. Es una obra incompleta (faltan acontecimientos del 48) y más imperfecta que los libros sobre la Guerra de las Galias.
Aunque estos últimos libros debieron de ser escritos en el 47 a. C., pese a la proximidad a los sucesos y la implicación personal de César en los mismos, la objetividad de la obra es apreciable, según se puede constatar por comparación con lo que nos dicen sobre los hechos otros autores (Cicerón, Asinio Polión, Livio).
Termino la exposición sobre César recordando algo sobre su puesto en la Tradición Clásica. Pero no pienso en su presencia en la ‘Cultura’ con mayúscula (p. ej., el Julio César de Shakespeare).
Pienso, sobre todo, en la cultura popular: en Julio César como elemento recurrente en las aventuras de Astérix, desde el primer álbum (Astérix el galo).
- Aparece con su aspecto físico según lo conocemos por descripciones, bustos, monedas…; pero se resaltan sus rasgos físicos típicos para conseguir un efecto caricaturesco (por exageración).
- En distintos álbumes aparecen otros personajes relacionados históricamente con él.
- P. ej., en Astérix gladiador (cuarto álbum) aparece sentado a su lado en el Coliseo Bruto, a quien le dice (como dicen los historiadores que hizo cuando lo asesinó) tu quoque, fili.
- También aparece Cleopatra (ya en Astérix y Cleopatra, sexto tomo) de quien se alaba la nariz (muy remarcada en el dibujo).
- También aparece el hijo de César y Cleopatra, Cesarión, en El hijo de Astérix (solo de Uderzo).
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