La figura del sabio en el Mundo Clásico se ha ejemplificado con Sócrates y Platón.
Me vuelvo ahora al mundo romano en el que propongo como modelo de sabio a Lucio Aneo Séneca.
Leeremos su escrito Sobre la brevedad de la vida.
Lucio Aneo Séneca (4 a. C.-65 d. C.), nacido en Córdoba, fue una personalidad polifacética que combinó los puestos políticos con una dedicación importante a la literatura, por sus tragedias, y a la filosofía; Séneca es, posiblemente, el filósofo más importante de Roma en lengua latina y nos sirve, por tanto, como prototipo de persona ‘sabia’ dentro de la tradición romana.
Seguidor del estoicismo, el autor de Córdoba refleja las ideas de su
escuela en las diversas obras que escribió, especialmente en las de carácter
más filosófico como las Consolaciones, los
Diálogos, las Cartas a Lucilio o
las Cuestiones naturales.
La obra que aquí interesa, Sobre
la brevedad de la vida, pertenece al grupo de los Diálogos. En la época de Séneca, el diálogo ya no tiene la viveza que
tenía en Platón. Lo cierto es que en Sobre
la brevedad de la vida no hay
siquiera una ficción de diálogo entre dos personas: la obra es una exposición continua
del tema que avanzan su título y su primera frase, dirigida a un amigo de
Séneca, Paulino, alto funcionario de la administración imperial.
La idea clave de la obra es que el tiempo de la vida humana es breve y ha
de ser aprovechado en consecuencia. El concepto ha sido planteado por otros
muchos autores y es afín al tópico del carpe diem, «aprovecha
el día»,
popularizado en esta forma por Horacio (Odas 1,11).
Para Sobre la brevedad de la vida
tiene aún más importancia el dicho ars longa, vita brevis, «el
arte es larga, la vida es breve». Este aforismo pone el énfasis en qué
se debe hacer con el tiempo del que se dispone: cada cual ha de cultivar sus
habilidades artísticas y técnicas, de un tipo u otro. En su formulación original,
atribuida a Hipócrates, el ‘arte’ larga que requiere una dedicación
prolongada es la medicina. Séneca se hace también eco de la atribución de la máxima a
Hipócrates al principio del tratado (1,1): «De ahí viene la proclama del mejor
de los médicos [sc., Hipócrates]: ‘La vida es corta, largo el
conocimiento’».
Como estructura de Sobre la brevedad de la vida se puede proponer esta:
1-3: En 1,
como introducción, Séneca se enfrenta a la queja habitual de que la vida es muy
breve; según él no lo es, si su tiempo se administra bien. Pero los seres
humanos, de una índole u otra, desperdician su vida persiguiendo sus pasiones, siendo
esclavos de ellas sin ser dueños de sí mismos. Por ello los hombres llegan a
una edad avanzada sin hallarse preparados para el final de la vida, sin «levantar
los ojos para contemplar la verdad» (2,3): viven, en realidad, sin haber
vivido.
4-6: Séneca se
refiere a ejemplos concretos de lo que está exponiendo y los encuentra en las
vidas de tres romanos famosos por motivos diversos: el emperador Augusto,
Cicerón y Livio Druso, político romano de época republicana.
7-9: Séneca
sigue deplorando el caso de quienes no viven una vida real por no aprovechar el
tiempo y dedicarlo a intereses que no les aportan nada. Tal persona «no ha vivido (…) mucho tiempo, sino que ha
existido mucho tiempo» (7,10). Por ser el tiempo algo inmaterial, se
tiende a no apreciarlo. Los seres humanos que no lo valoran correctamente solo se
dan cuenta de que llegan al término del viaje de la vida en la vejez, cuando se
hallan ya próximos al momento de la muerte.
10-15: Por el contrario, Séneca entiende que la filosofía
es la única que ayuda a vivir y morir rectamente y a disfrutar del tiempo del
que disponemos. Quienes viven del modo criticado hasta aquí son los ‘atareados’,
que viven una vida muy corta por no saber aprovecharla. Solo los que tienen una
mente «tranquila y sosegada» (10,5) reviven con calma la vida pasada; los ‘atareados’,
en cambio, están condenados a vivir en un presente fugaz. Séneca pasa revista a
distintos tipos de ociosos, empezando por los que no tienen ocio sino «negocios
inútiles» (12,4), como quienes acuden todos los días al barbero (12,3), o
cultivan «erudiciones inservibles» (13,1), como indagar quién fue el primero que
hizo que los romanos se subieran a un barco. Entre los capítulos 14 y 15 se habla
del ocio verdadero, el de quienes persiguen la sabiduría y disfrutan no solo de
su tiempo sino también del tiempo pasado, en el que vivieron los pensadores a cuyo
estudio se consagran, cuyas ideas no perecen; de este modo se hallan asimismo preparados
para lo que depare el futuro.
16-17: Esta
sección vuelve a los falsamente ociosos (los «atareados»), a quienes sus
placeres no satisfacen pues son, en el fondo, insustanciales e inconstantes.
18-20: Séneca se dirige de nuevo a Paulino para aconsejarle que retome la vida de un simple particular, no para entregarse a tareas ociosas o rutinarias sino para consagrarse a la filosofía. Se insiste en que los ‘atareados’ malgastan el tiempo de su vida con ocupaciones insatisfactorias. Conforme a una tradición romana (los niños pequeños, que apenas habían vivido, se enterraban de noche), también se debería sepultar de noche a los ‘atareados’ porque tampoco han vivido su vida.
Algunas de las cuestiones a
las que se puede atender al leer Sobre la
brevedad de la vida son estas:
- ¿Qué imagen del nivel moral de las costumbres romanas en época de Séneca se forma el lector del libro?
- ¿Quiénes son los «atareados» (occupati, ‘ocupados’ en latín) a los que se refiere repetidamente la obra?
- Por las informaciones que tengas, por cultura general, ¿es justa la valoración que hace el tratado sobre cómo vivieron personajes como Octavio Augusto o Cicerón?
- ¿Qué te sugiere la frase «durante toda la vida hay que aprender a morir» (7,3)?
- ¿Te parece cierta la frase «en el momento en que llegue su día final, el sabio no vacilará en ir a la muerte con paso firme» (11,2)? ¿Se puede aplicar a otro tipo de personas?
- Aun sin ser el tema fundamental de la obra, ¿qué dice esta a propósito de la vejez?
- ¿Cuál es el concepto peculiar de ‘inmortalidad’ que plantea Sobre la brevedad de la vida? ¿Estás de acuerdo?
- Una máxima latina muy famosa dice que «somos enanos a hombros de gigantes». ¿Está esa idea presente de alguna manera en el texto leído?
- Séneca el filósofo se refiere también en ocasiones a los dioses de la mitología grecorromana. ¿Qué dice de estos?
- Hasta donde podemos saber, ¿fue Séneca, un político tan implicado en el gobierno de Nerón, coherente con las recomendaciones que da en Sobre la brevedad de la vida?
- Por último, ¿puedes comentar el párrafo siguiente a la luz de la lectura de toda la obra?:
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