sábado, 7 de mayo de 2011

ΕΝ ΚΑΙ ΔΕΚΑ (DIEZ MAS UNO)


Hace unas semanas, al publicar el post que titulé Diez de diez, prometí elaborar una entrada similar para el caso de la literatura griega, tema propio de este blog.

Como en la entrada anterior, mi pretensión en ésta es proponer una lista que recoja las obras que yo considero como básicas (representativas, esenciales...) de la literatura griega de la Antigüedad. Quería haberme limitado (por pura economía) al límite de diez referencias pero me he excedido, de ahí el título de la entrada.

hèn kaì déka no es la forma normal de decir en griego "once" (héndeka) y equivale, de hecho, a "diez más uno". Claro, el resultado es el mismo; pero la expresión indica que uno de los elementos está desplazado, en posición incierta. 
Uno, ¿o dos?

Antes de seguir con las explicaciones puede ser más agradecido que veamos directamente cuáles son los títulos que propongo:


Homero, Ilíada

Homero, Odisea

Safo, Poesía
Píndaro, Olímpicas

Sófocles, Edipo Rey

Eurípides, Medea

Aristófanes, Las aves

Menandro, El díscolo

Teócrito, Idilios

Plutarco, Alejandro. César

Longo, Dafnis y Cloe


Paso ahora a las apostillas, que intentaré sean breves. Espero que en los comentarios haya ocasión de discutir más cuestiones:
  • Me imagino que habrá cierto acuerdo a la hora de entender que el intruso del listado es El díscolo de Menandro. ¿Por qué este autor y por qué esta obra? Incluyo a Menandro porque, a diferencia de lo que ocurre con Aristófanes, de él procede toda la comedia occidental, pasando por Plauto hasta llegar a la comedia cinematográfica del S. XXI. ¿Y por qué El díscolo, que seguro que no era su mejor obra? Por una razón evidente: es la única comedia de Menandro que conservamos íntegra.  
  • La cuestión de la "obra íntegra" nos invita a fijar la atención en la poesía de Safo, que también se singulariza dentro del listado como única obra fragmentaria. Aunque mi intención era incluir solo textos que hubieran llegado completos hasta nosotros, pienso que estaba justificado hacer una excepción en el caso de quien aparece aquí como representante de la poesía lírica griega.
    • En el canon de novelas que propuse en Diez de diez, algún lector descubría ciertas redundancias. Y, de forma semejante, puede que alguien juzgue que también es reiterativo acoger en esta lista las dos epopeyas homéricas. Ruego que se me permita una excusatio non petita. La Ilíada es una epopeya trágica cuyos acontecimientos escapan al control de sus personajes; la Odisea, en cambio, inaugura el final feliz en la literatura de Occidente. El lector interesado podrá encontrar algo más sobre ello en este libro.
    • Quiero explicar (y termino) una incongruencia. En Diez de diez escogí la obra de Heliodoro como una de las diez novelas básicas de la historia. ¿Que por qué no la incluyo ahora y pongo en su lugar el Dafnis y Cloe? Porque me parece que también era bueno darle una oportunidad a Longo
    Sólo recomiendo, de verdad, que nadie se lo lea pensando que es un libro para señoritas.




    5 comentarios:

    Antonio Alvar dijo...

    Siempre es difícil hacer una selección convincente y considero oportuna la tuya, aunque yo haría otra (y me comprometo no solo a sumar sino también a sustituir tus preferencias con alguna de las mías): prefiero las Historias de Heródoto a las biografías que seleccionas de Plutarco; y, si me apuras, Tucídides también le debe preceder y no solo cronológicamente. También echo en falta o El banquete o La República de Platón, por razones más que obvias, y, si no, la Metafísica de Aristóteles: pon cualquiera de ellas y retira la Medea de Eurípides, que, siendo una obra magistral, debe ceder su puesto en tan exigua selección ante estas otras de más calado en la historia cultural de Occidente. El Edipo rey se basta para defender el prestigio de la tragedia griega. Acepto las explicaciones de tu Díscolo, que yo no habría puesto nunca, y también -cómo no- las de la Odisea y las de la poesía de Safo. Demos también por buena la presencia de una novela. En cuanto a Teócrito, pase por aquello de su influencia en la literatura posterior, aunque yo prefiero los Diálogos de Luciano. Lo mismo cabe decir de las Olímpicas de Píndaro. Mas ¿cuándo los helenistas se dejarán cautivar por los valores literarios de las Epístolas de Pablo o por el Apocalipsis de Juan?

    lluch3@gmail.com dijo...

    Me gusta bastante la selección que has hecho Jose, aunque yo soy bastante profana en cuestión de literatura griega.
    Como señala Antonio, me hubiera gustado que apareciera Heródoto; pero no sé si lo hubiera puesto a costa de Plutarco.
    Echo en falta algún diálogo de Platón. Yo hubiera incluido El Banquete. Creo que es una obra con valores literarios a pesar de su contenido filosófico.
    Un abrazo

    Unknown dijo...

    Está muy bien tu selección, pero creo que habría que incluir al menos El Banquete de Platón, el Agamenón de Esqulo y la Antígona de Sófocles. Es odioso eliminar tres de tu lista y no seré yo quien lo haga.

    José B. Torres Guerra dijo...

    Agradezco mucho todos los comentarios que me habéis hecho llegar, Antonio, Marian y Emilio. Agradezco lo mucho de verdad que sin duda tienen. Pero creo que dedicarse a hacer antologías, siendo algo que puede ser muy útil (y por eso lo hago), equivale también a dar la prioridad a dos cosas en las que no debería confiar el filólogo: los gustos y la orientación personal. Es verdad, adopto una posición personal marcada; y, si la antología solo ha de reunir 10 (más 1) textos, todos echaremos algo en falta.
    Solo quiero señalar algunas cosas. Primero, me interesaba tener representados todos los períodos de la literatura griega y por ello he puesto prácticamente en pie de igualdad la época clásica y la imperial: eso explica algunas ausencias como Heródoto, el Banquete o el Agamenón de Esquilo; por supuesto que mi opción es discutible. Al tiempo me alegro de que la selección conjunta de Ilíada y Odisea no haya sido criticada. Y me parece muy interesante la propuesta que hace Antonio de incluir algún texto cristiano, solo que yo creo que no hubiera puesto el Apocalipsis, pero bueno, también será una cuestión de gustos. ¿Qué tal el evangelio de Juan, aunque digan que no es el que tiene el mejor griego? ¿La epístola a Filemón, que es de lo que le gusta a todo el mundo, y además Pablo era de los que sabían griego de verdad?
    Me ha parecido también muy interesante la cuestión aristotélica sobre he kallíste tragoidía que se ha planteado de refilón: Edipo Rey, Antígona, Agamenón? Ya sabéis cuál era la respuesta del Estagirita. Y para mí no ha sido tan importante su juicio de autoridad como una experiencia de clase: en mi Universidad (cosa de periodistas) a todos los alumnos les mandan leer la Antígona en veinte asignaturas de lo más peregrinas y no leen el Edipo; por eso prefiero darle un empujón al Edipo Rey.
    Y luego, si aprovechamos para leer lo que dice Aristóteles en la Poética en los capítulos sobre tragedia, mil sobre hojuelas.
    Muchísimas gracias a todos!

    Pablo dijo...

    Coincido contigo José con Ilíada y Odisea,incluyo a Prometeo en la lista por ser mi ingreso a la literatura gr. antigua(y por los elogios de Cervantes a Homero).
    De Sófocles elegiría la trilogía completa de Edipo pero destaco Edipo en Colono por el gran tema de un final digno para la vida de un sufriente, que traído al día de hoy es la buena muerte o eutanasia,interesante tema de debate.
    Las aves: ¡maravilla!,casi un tratado de ornitología antigua, menciona a cerca de 70 plumíferos y tiene pasajes exquisitos.
    De Plutarco solo he leído vida de Teseo y me llamó mucho la atención el manejo ya en esa época de las frases relativizantes o ambigüantes(si se me permite el término)como ésta, entre otras:"nada absolutamente puede decirse que no esté sujeto a dudas acerca de...".
    Nietzsche dice que se curó de la enfermedad de Platón leyendo a Tucídides, así que Antonio debe tener razón en incluírlo.El resto de la lista me servirá para seguir explorando autores y textos nuevos.Por último opino que Luciano toma la posta de las katabasis con su Diálogo de los muertos,siguiendo a Homero y al rey del plagio(Virgilio)que seguirá con Dante: encuentro muchos puntos de contacto entre los distintos círculos del infierno medieval y los distintos diálogos que con humor e ironía escribe Luciano como si el autor visitara el Hades. No lo pondría entre los 10 mejores dentro de lo que he leído pero bien vale la pena conocerlo, porque olvidando la desprolijidad de Diógenes,los cínicos quedan muy bien parados,("hombres libres por todo extremo","de buen humor" y "dignos hasta para enfrentar la muerte"), con un significado bien distinto al que se le atribuye a ese calificativo hoy día. Sepan disculpar detalles inadecuados, es un albéitar quien escribe. Pablo